Se designa la exposición de Yennyferth Becerra como "Habitabilidad" mediante el verbo, es decir, la acción que alude a un lugar que puede habitarse. En este caso la sala de exposición es homologable al espacio que habita temporalmente el artista.Becerra desarrolla operaciones constructivas que guardan relación con el símil de la vivienda. La obra como vivienda ahora significa la prospección del lugar de exposición. Más allá de la literalidad son sus referencias simbólicas, de ahí que el texto del artista arma una línea de horizonte que enuncia "yo no tengo mar", que la artista reitera en el soporte con el que carga los materiales de procedencia.Con ello quiero indicar el fondo de obra de Becerra el cual, parte de sus procedimientos constructivos tienen que ver con operaciones de recolección e intercambio. Aquí la ropaarma una especie de muro de contención de emergencia similar a los sitemas para evitar las inundaciones ropa que ha sido utilizada en obras anteriores con otras connotaciones como en "se cambia para llenar vacíos", con la que reproduce condiciones de cobijo mínimo de habitabilidad según los lugares en quue expone.También el procedimiento de obra de Yennyferth Becerra es homologable al del etnógrafo que se interroga sobre el lugar. La frágil línea de horizonte guarda relación con als condiciones del hábitat en el que se desarrolla la vida, aludiendo a un elemento de identidad local: la amezaza de la pérdida de visibilidad del mar en la "ciudad anfiteatro", es decir, entre otras significaciones interroga sobre las edificaciones que en la actualidad se desarrollan en el borde costero.En el espacio de exhibición, lo anterior remite a cómo se ocupa éste en tanto real o figurado, mediante actividades que refieren operaciones constructivas y materiales de obra, realizando modificaciones del lugar de exposición en términos de presencia y ausencia de elementos que se asocian al exetrior, a esa especie de inconsciente de pérdida de la ciudad la pieza que falta.El lugar también remite a la hogaridad, real e imaginaria, a modo de ejemplo, en otra escala recuerda una obra anterior que citaba la naturaleza muerta o, más bien, lo hogareño como definiciones de Georges Perec.Otro artista, Jurgen Partenheimer, escribió sobre el lugar bien o mal iluminado siguiendo la metáfora foucoultiana que se ocupa para desarrollar una obra. En Becerra ello se metaforiza en la sucesión de un sistema de iluminación precario que en la cablería recuerda la filigrana de su obra precedente, la que ahora es citada en la simunlación de un dibujo con la que replica de partes de las columnas del espacio de exhibición desmontando también la memoria de su obra.
Alberto Madrid
Curador
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